Hace poco he descubierto el mundo macro en fotografía. Es una disciplina que tiene desde mi punto te aporta muchas cosas. La primera y más importante es que te ayuda a conocer ese mundo macro que te rodea y que pasa desapercibido. También es una disciplina en la que estás en pleno contacto con la naturaleza. Requiere de mucha paciencia, pues acercarte tanto a los insectos no es fácil. Lógicamente a medida que vas conociendo este mundo se van aprendiendo cosas que desconocías a priori, como que depende de qué insectos quieras fotografiar es mejor una hora u otra. A primera hora de la mañana y última hora de la tarde puedes encontrar a los insectos ya en sus posaderos listos para dormir o ya durmiendo, y es bastante más fácil fotografiarlos.
Os cuento como fue la fotografía de mi primera mariposa. Estaba agachado en el suelo fotografiando a una planta con el trípode a ras del suelo. De repente miro a mi derecha y veo una mariposa la que se posa a escaso un metro de donde estoy. Me levanto despacio y miro que efectivamente se había posado sobre una planta para pasar la noche. Quedaba apenas una hora para que se pusiera el Sol. Cogí mi trípode y con cuidado lo coloqué delante de ella para fotografiarla. No había mucha luz, por lo que tendría que tirar de ISO, y ajustar al maximo la velocidad para que con el viento mínimo que había, me llegara a congelar la imagen. El otro parámetro es la apertura del diafragma. No podía abrirlo mucho porque las profundidades de campo en fotografía macro son mínimas.
Ajustando todo eso los parámetros de la foto son los que siguen: Camara Fuji XT1 1/160 f4,5 ISO1600
